Dudas, pánico, estrés, foros, chats de madres o charlas en el parque. Sí, ha llegado. Empieza la época en que padres y madres estamos ansiosos y preocupados por elegir la mejor escuela para nuestros hijos. Y, como padres, nos inunda una enorme responsabilidad ante esta decisión.

Elegir el mejor centro educativo no es una tarea fácil. A parte del dichoso orden de inscripción y de los tormentosos sorteos para entrar en la escuela deseada, que no depende de nosotros, también nos preocupan otras cuestiones que van  a hacer decantar la balanza hacia un centro u otro.

No existe ninguna ecuación mágica que nos ayude a resolver este rompecabezas sobre la elección del centro. Pero sin duda, nosotros, los padres, debemos tomar esta decisión.

Para empezar intentaremos hacer la pregunta correcta para poder obtener la respuesta más adecuada, y así tomar la mejor decisión. Hacerse la pregunta correcta es esencial para el día a día y, sobretodo, para la toma de decisiones.

¿Cuál es el mejor colegio? versus ¿Cuál es el mejor colegio para mi hijo?. La primera pregunta parece fácil de responder. Existen páginas especializadas en hacer ránkings de centros educativos según diferentes variables: qué centro tiene mejores resultados en matemáticas, en lenguas, en ciencias, en sus instalaciones, etc… Pero no siempre la “mejor escuela”, con los mejores resultados, es la mejor escuela para nuestros hijos.  Debemos pensar en las prioridades y expectativas que tenemos como padres ante la educación de nuestros hijos.

No se trata de pensar en si queremos un hijo cirujano o arquitecto. Se trata de tener una visión general e integral de la persona en la que queremos que se convierta. Pero todo ello no depende única y exclusivamente de la escuela. Debemos entender la escuela como una prolongación de nuestra casa. En una prolongación de los valores que queremos transmitir a nuestros hijos. De este modo quizás nos es más fácil centrarnos en cuál va a ser la mejor escuela para nuestro hij@.

Así podremos determinar si queremos llevar a nuestro hijo a un colegio de élite, a uno religioso, a uno bilingüe, a una escuela pública o a un colegio especializado en música. No podemos olvidar que el colegio proporcionará a nuestros hijos herramientas importantes en su desarrollo, en su autonomía, en su personalidad y en sus saberes. Por eso es también importante decidir si el centro que elegimos está o no cerca de nuestro hogar. Si el centro está a dos horas de nuestra casa es probable que el descanso de nuestros hijos se vea alterado y, en consecuencia, los resultados también se vean afectados.

Por todo ello propongo algunos puntos a tener en cuenta a la hora de elegir el mejor centro para nuestro hijo.

Muchos padres empezamos la selección en base a este criterio.

Los colegios públicos son centros laicos financiados y gestionados por el gobierno con ayuda de las administraciones de cada zona. Suelen ser escuelas desde p3 hasta 6º de primaria. Más tarde los alumnos accederán al instituto. Las plazas suelen ser limitadas, y para acceder a ellas se deben cumplir una serie de requisitos propuestos por la administración (cercanía de la vivienda, número de hermanos, etc). Por lo tanto los padres podemos presentar la solicitud pero no por ello se garantiza una plaza. Ante igualdad de condiciones, si las solicitudes superan a las vacantes las plazas se otorgarán por sorteo.

Los colegios concertados son de titularidad privada pero con fondos públicos. Tienen cierta libertad en la gestión del centro y de sus trabajadores, pero deben cumplir algunos requisitos establecidos por el gobierno. Generalmente suelen tener todos los niveles del sistema educativo: desde educación infantil, primaria, secundaria hasta el bachillerato. Dado que su financiación es parcialmente pública el acceso a los centros concertados, actualmente en Cataluña, también se basa en el sistema de sorteo de plazas, como en la escuela pública.

Los colegios privados son una empresa privada financiada por los padres de los alumnos. Por ello tienen libertad de gestión, y cierta libertad en el currículum, dentro de los límites establecidos por el gobierno. Suelen impartir también todos los niveles académicos.  El acceso y el límite de plazas viene determinado por los criterios de la misma escuela.

Debemos hacer una lista de los colegios que queremos visitar. Una vez en ellos fijarnos no sólo en sus instalaciones, en el comedor, en las mesas o en las aulas, sino prestar especial atención en el clima que encontramos en el centro. Me refiero a si las paredes están decoradas con trabajos de los alumn@s, a las explicaciones de los profesores o a las actividades que proponen. Todo detalle cuenta. También es interesante fijarse en cómo reciben o despiden los profesores a los alumnos, el tipo de familias que encontramos en las salidas, los horarios de tutorías con los padres, las actividades extraescolares o la conexión con el barrio. Esos pequeños detalles que a menudo pasan desapercibidos pero que son fundamentales. Debemos pretender que la escuela forme a nuestros hijos a un nivel integral como personas. Atendiendo a la parte ética (valores como el respeto, la solidaridad, la tolerancia), académica, afectiva/emocional (autoconocimiento, autoaceptación, sensibilidad) y a la parte trascendente (espiritualidad).

El centro escolar al que irá su hijo tendrá un carácter determinado y determinante. Debemos tener en cuenta las cuestiones propias del centro y ver si éste se adecúa a la personalidad de nuestro hij@ y a nuestros principios.

Todas estas cuestiones aquí planteadas pueden ayudarnos a realizar un esquema mental en el momento en que vayamos a tomar la decisión de escoger un centro u otro para nuestro hijo/a. De todas formas, no olvidéis que si el centro educativo no os ofrece aquello que parecía siempre podéis acceder a otro centro. Las decisiones que tomemos siempre van a ser las que creemos mejor para nuestros pequeños. Todas las escuelas son buenas; nuestro trabajo es intentar encontrar la que mejor se adapta a las características de nuestros hij@s. Pero debemos tener siempre presente que la educación más importante es la que podamos ofrecer nosotros en casa.

*Podéis contactar con Irina Miracle en Aquesta adreça de correu-e està protegida dels robots de spam.Necessites Javascript habilitat per veure-la.