Blog escoles.barcelona

En el blog trataremos temas de educación y crianza, con la ayuda de profesionales del sector.

¿Cómo funcionará la preinscripción escolar este año?

Toda la información para enseñanzas de segundo ciclo de educación infantil, educación primaria y educación secundaria obligatoria.

Este año, debido a la situación provocada por Covid-19, las fechas de la preinscripción para el próximo curso se han visto afectadas, quedando como nueva fecha de preinscripción para la etapa de infantil, los días comprendidos entre el 13 y el 22 de mayo de 2020.

Este año las solicitudes se presentarán de forma telemática y se deben enviar por correo electrónico al centro elegido en 1ª opción junto con una copia de la documentación escaneada o fotografiada.

Las familias que tengan dificultades para hacerlo o no tengan los medios necesarios, pueden usar el Servicio de atención telefónica que el Consorcio de Educación de Barcelona ha puesto a su disposición o, en última instancia, desplazarse a una de las oficinas habilitadas para apoyar la realización de este trámite. En última instancia, del 19 a 22 de mayo, los centros también ofrecerán la posibilidad de presentar la solicitud. Tanto para dirigirse a las oficinas de apoyo, como al centro educativo, habrá que solicitar cita previa por el canal correspondiente.

Sabes que desde nuestro portal puedes informarte de todos los servicios que ofrecen las diferentes escuelas, tanto públicas, privadas o concertadas.

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S.O.S Coronavirus 2.

 

 

Sí companyer@s, el coronavirus llegó de repente, sin demasiado aviso y de una manera que nos ha puesto la vida un poco del revés...quizás  por creernos que estas cosas aquí, en los países “ del bienestar”, no llegan...

Lo que estamos viviendo estos días nunca antes había sucedido, no sabemos cómo actuar. Son días extraños y diferentes no sólo para nuestros hijos y hijas, sinó para nosotros también, incluso para nuestros mayores. Y yo así se lo explico a mis hijos. 

Quizás la angustia nos visite de vez en cuando, el miedo no deje que conciliamos el sueño o la rabia a causa de la impotencia nos haga estar más irascibles. Todo esto influye directamente en nuestros pequeños, con los que estamos confinados. 24 h descubriéndonos, sin  una aparente vía de salida a la que acudir cuando lo necesitamos.

Ante todo esto me pregunto, cómo podemos adaptarnos a esta nueva situación? cómo puedo resolver mis miedos y angustias y hacer lo mismo con lo que sienten mis pequeños? 

La respuesta no os la puedo dar, la tenéis vosotr@s, pero podemos intentar pensar en cómo podemos lidiar en estos días de reclusión. 

Me habria gustado acompañaros estos días a través de recursos para vuestros pequeños. Pequeñas ideas o juegos, enlaces a actividades deportivas, musicales o plásticas….pero seguro que los watsapp del colegio y las redes sociales han invadido por completo todo el espacio de vuestros dispositivos y eso también ha contribuido a generar cierta presión sobre si lo estamos haciendo bien con los pequeños. Tranquilo@ , date un respiro. Para ti también todo es nuevo y debes permitirte no llegar a todo.

Dejando para las redes el tema de los recursos hoy vamos a hablar un poco sobre cómo  vivir este episodio “coronavirico”, que nos ha abofeteado por sorpresa, de la mejor manera posible. 

Voy a deciros algo sorprendente y tranquilizador: no os preocupeis, vuestros hij@s están en las mejores manos, las vuestras. Este mensaje es real confía en ti y cuidate. No hay nadie mejor que tu  para estar con tus hij@s. Pero para ello debemos cuidarnos y vamos a buscar cómo hacerlo.

 

  • Busca actividades placenteras.

Podemos tomarnos el aislamiento como una oportunidad para hacer aquello que en nuestro dia a dia no nos es posible porque estamos fuera de casa. No te voy a decir que lo estés haciendo todo el dia, eso con hijos sería engañarnos, pero seguro que puedes encontrar momentos para desconectar con aquello que te guste: leer un poco, cuidar tus plantas, jugar a algún videojuego,  ver alguna película, etc. 

  • Cuidar los hábitos de alimentación.

Nuestro estado emocional también tiene mucho que ver con lo que comemos y cómo lo hacemos. Estar en casa muchas veces implica abrir la nevera más de lo que nos gustaría. Establecer un menú semanal nos ayudará a regular nuestra alimentación. Nuestros hijos puedes ayudarnos a hacer-lo. 

  • Mente sana, cuerpo sano.

Practicar ejercicios de relajación  y activar nuestro cuerpo nos puede ayudar a vencer el estrés y regular nuestro estado de ánimo recuperando la energía y la serenidad. Con 15’ al dia basta, pero si puedes hacerlo varias veces durante el dia, mejor. 

  • Intenta mantener una actitud positiva. 

Mantenerte optimista ante las adversidades puede generar un ambiente más relajado y nos ayudará a relativizar el problema. Es difícil pero no imposible. 

  • Infoxicación:

La infoxicación es la sobrecarga de información y estos días vamos bien servidos. Lo ideal es conocer la situación en la que estamos y las recomendaciones dada por las autoridades. Una vez tenemos esto debemos alejarnos de búsquedas compulsivas de información, que seguramente nos va a generar más angustia y ansiedad.

  • Evitar la hipervigilancia de la salut.

Tener un control excesivo de nuestra salud puede generar confusión y alarmismo, generando interpretaciones incorrectas sobre lo que nos sucede.  

  • Aceptar nuestras emociones.

EL miedo, el estrés y otras emociones son normales ante una situación nueva. Nunca antes se ha producido semejante escenario y puede que encontremos perdidos en la búsqueda de recursos para hacerle frente. Pero saber de dónde provienen estas emociones puede ser la solución para trabajar con ellas. 

  • Cuida el sueño.

Ante todo cuida el sueño. Intenta dormir lo necesario. evita la sobreexposición de información antes de acostarte, que puede llevarte a querer buscar más información.

  • Cuida a tu igual.

Si tienes pareja y convives con él o con ella aprovecha para encontrar momentos a solas. seguramente tu compañer@ estará en una situación similar a la tuya y compartir  las inquietudes pueden ayudaros a sobrellevar mejor estos días. Es muy importante cuidaros el uno al otro.

Con estos tips podemos intentar abrazar esta situación que parece tan desbordante. Seguro que tienes más recursos que pueden fortalecerse en estos momentos. 

Y recuerda, quedate en casa!

 

*Podéis contactar con Irina Miracle en Aquesta adreça de correu-e està protegida dels robots de spam.Necessites Javascript habilitat per veure-la.

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La mejor combinación para los niños, los campamentos deportivos

Este post nos viene de la mano de yumping.com, una guía de campamentos hípicos de la ciudad de Barcelona. Esperamos de todo corazón que nuestros niños y niñas puedan disfrutar de la naturaleza este verano.

 

El deporte es beneficioso y necesario a todas las edades ya que aporta un gran número de beneficios. En los niños es muy importante fomentar las actividades físicas. Esto ayuda a los más pequeños a superar su timidez y ser más extrovertidos, les proporciona una calma interna ya que frena y desgasta su energía, les enseña a cumplir las reglas y normas, hace que sea más colaborador y empático con sus compañeros, mejora sus capacidades físicas y mentales, y sobre todo y muy importante a sus edades, además de fomentar estas cualidades y valores, les enseña a los más pequeños a tener responsabilidades.

Por desgracia ya sea por falta de tiempo por el ajetreado horario de los padres o de los niños, o por desgana tras el cansancio escolar no realizan todo el ejercicio físico recomendado. Para ello, en vacaciones donde el tiempo es ilimitado no existen excusas y una buena manera de ejercitar su cuerpo y su mente es mediante los campamentos deportivos.

Hay una gran variedad de campamentos deportivos a nivel nacional, y para todos los gustos y edades. Tu hijo/a ya no tiene excusas para hacer deporte, porque paraellos los campamentos son una gran aventura donde aprenden divirtiéndose y hacen amigos que recordarán toda la vida.

Además de ser una inolvidable aventura para ellos, los campamentos ayudan a salir de la rutina, aprender a convivir y en consecuencia a respetar a los demás compañeros potenciando así una convivencia mejor, mejoran su autoestima y seguridad en ellos mismos y les ayuda a realizar tareas sin la presencia y ayuda de sus progenitores.

Los niños necesitan jugar, jugar y jugar, y en verano los padres no siempre pueden compaginar su trabajo con sus vacaciones escolares por lo que es una gran opción para que los niños puedan disfrutar de un juego libre y activo, y aprendan a explorar actividades creativas sin estar excesivamente dirigidos por los adultos.

Hay experiencias que marcan para siempre, y una de ellas puede ser la primera salida de casa por eso es muy importante elegir bien los campamentos y en lugares donde haya valoraciones y opiniones de los padres cuyos hijos ya han asistido anteriormente. Aquí encontrarás un gran número de campamentos deportivos como por ejemplo campamentos hípicos, ¡Todos nuestros niños adoran a los caballos! Aunque hay de muchas otras modalidades, ¿Cuál es la que más encaja con tu hijo?

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Cómo salir de ésta II

 

 

UN RECURSO MENOS: QUÉ NO EXPLICAR A LOS NIÑOS Y LAS NIÑAS SOBRE EL COVID19

¿Cuántas instrucciones habéis recibido? Cuentos, dibujitos, canciones, manuales…Y seguimos sin poder explicar la situación a nuestros hijos/as. Aunque me gusta proponer ideas más que consignas, como en este caso la cantidad de nuevas ideas y recursos recibidas es abrumadora, en este post os voy a proponer QUÉ NO HACER, QUÉ NO DECIR, cuando intentamos explicar el virus en casa:


- Procuramos no personificar el virus: ni nombre, ni patas, ni personalidad (es malo, quiere dañar, se te mete dentro, odia la gente, etc).

- Sacamos el virus del terreno de la fantasía. Había una vez un virus…No es un cuento, no es una leyenda, es nuestra realidad de cada día. Estos dos puntos sirven para reducir pesadillas y obsesiones.

- No mentimos sobre la situación familiar de confinamiento. No estamos de vacaciones. Es tentador mentir, porque en un primer momento puede parecer una forma de protección, pero a la larga puede generar inseguridad en los más pequeños de la casa, porque una mentira conlleva nuevas preguntas que conllevarán más mentiras: si estamos de vacaciones, ¿por qué no salimos? ¿Por qué trabajas? ¿Por qué nos mandan deberes? etc.

- Encontramos un equilibrio entre compartir nuestras emociones y evitarles parte de nuestro dolor. Sí, lo sé, complicadísimo. Ejemplo práctico: no nos mostraremos eufóricos cuando estemos tristes, ni llenos de energía todo el tiempo, pero debemos intentar mantener parcialmente el ambiente familiar que teníamos antes: bromas, juegos, charlas, etc.

- Es un sinsentido total someterles a canales de noticias llenos de imágenes de hospitales, enfermos, tragedias. Lo que tú miras, ellos/as ven. Puedes leer para estar informado, y así reduces horas de TV. Ten presente que aunque no estén mirando la
pantalla, sus mensajes e imágenes les llegan.

- Finalmente, somos valientes, hablamos de la enfermedad. Dejamos que pregunten, no llenamos los silencios. Explicamos, en la medida de sus capacidades de comprensión ysin entrar nunca en detalles explícitos, en qué consiste la enfermedad y por qué estamos en casa.

- Es probable que hayas recurrido a algunas de las acciones que recomiendo evitar, normal. Esto es nuevo también para ti y da miedo. Nunca es tarde para cambiar cómo acompañas a tus hijos/as en las adversidades de la vida, y ellos/as siempre agradecerán tu intención de estar cerca lo mejor que sabes.

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Confinamiento con niños y niñas. Cómo salir de ésta

 

Si ya no sabes cómo gestionar todo el sinfín de actividades, recursos, ideas innovadoras recibidas, si cuando intentas hacer plastelina casera tu hija te tira harina en la cara y solo puedes chillar, a continuación, te presentamos algunas consideraciones para sobrellevar los próximos días, para que podáis rebajar un poco el estrés en casa y la situación de confinamiento resulte más llevadera:


1. Identifica tus dificultades: el confinamiento significa una nueva forma de vivir y de convivir, esto conlleva muchos cambios. Ser consciente de cómo te está afectando a ti y qué debes tener en cuenta para sentirte un poco mejor y facilitar las cosas, facilitará las de tus hijos/as, incluso si eso significa emprender menos actividades con ellos/as.


2. Acepta la realidad y no tengas miedo de transmitirla. La situación es grave, es excepcional y marcará nuestras vidas para siempre. Cómo no va a cambiar la de nuestros hijos/as. Preservarles del dolor está bien, montarles una fantasía a lo “La vida es bella”, no. No rehúyas sus preguntas, generarás desconcierto, no inventes cuentos, y sobre todo, no personifiques la enfermedad. Vamos a dejarnos de cuentos que empiezan por “un virus muy malo quería acabar con el planeta”. Sé valiente, deja que tus hijos pregunten sin tapujos. Sé valiente, atrévete a contestarles: no lo sé. Pronto publicaremos un nuevo post con orientaciones sobre cómo explicar la situación a lo más pequeños de casa.


3. No niegues tus emociones ni las que tendrán el resto de tus familiares. Acogedlas, acompañarlas. Rabia, tristeza, miedo son emociones inevitables y necesarias, dadles el espacio para expresarlas, no juzgues, no recrimines y acompaña. Algunas veces no podrás acompañar. Ok, no pasa nada, ya lo harás a la próxima.


4. Rebaja expectativas. SI estás leyendo esto, es que te preocupan tus hijos/as más allá de sus aprendizajes de matemáticas. Bien. Decide tus batallas, qué límites marcar, cúando y cómo. Habrá malos días en los que ellos/as no tendrán ganas de hacer nada y tú tampoco, es normal. Será un buen momento para cocinar juntos, ordenar juguetes, doblar sábanas y jugar. No olvidemos nunca que el juego es la forma de aprendizaje más básica y esencial.

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Vacaciones de verano: cómo convertirlas en un tiempo sano en familia

El verano ya llegó y con él las vacaciones, al menos para los más pequeños. Cuando termina el cole surge la pregunta: ¿qué hacemos con el tiempo libre de nuestros hijos? Hay que considerar dos aspectos: la conciliación (qué decidimos que hagan los niños mientras los adultos estamos trabajando), y el tiempo en familia (qué decidimos que hagan los niños cuando nosotros estamos con ellos).  En este post voy a ocuparme del segundo aspecto, dando algunos consejos prácticos para lograr un tiempo sano en familia.

  • Tiempos: la familia es un equipo integrado por miembros con mucho en común pero  distintos entre sí. Intentad respetar los tiempos de cada miembro de la familia. Que a nadie le falte un rato de diversión, que haya ocasiones de disfrutar para cada miembro de la familia, no siempre para uno de los hermanos porque tiene peor carácter, o para la madre porque trabaja mucho, etc.

  • Planificación: improvisar relaja y es propio de las vacaciones, pero organizar un poco el día puede ayudar a sentir que lo hemos aprovechado mejor y disfrutarlo más. A partir de cierta edad (5 o 6 años) la planificación puede hacerse con la participación de los niños y decidir juntos algunas de las actividades del día: ¿qué nos apetece hacer hoy? No hace falta hacer siempre lo que el niño pida, simplemente incluirlo en la conversación.

  • Equilibrio: como madres y padres de vacaciones, los hay que se exigen mucho y los hay que se exigen poco.

  • Para los muy exigentes: cuidado con montar un casal de verano en tu casa y colmar el día de actividades extraordinarias, para luego llegar al 15 de agosto muriéndote de ganas de volver al trabajo. Tus hijos no te lo agradecerán, y tu organismo tampoco. Acéptalo, no te gusta el zoo. A lo mejor no es la actividad semanal ideal para tu familia. Con que vayas de vez en cuando es suficiente.

  • Para los poco exigentes: el dejarles demasiado tiempo libre sin ninguna directriz ni plan os va a pasar factura. Si bien el aburrirse de vez en cuando no es malo para nadie, una actitud de cansancio y hastío no aporta nada bueno en tu tiempo veraniego familiar. Acéptalo, tienes que ir al zoo, al menos una vez y con alegría.

  • Rutina: no perder del todo una rutina os ayudará a pasar buenas noches y no alterar tanto a los niños. Es muy difícil que durante las vacaciones los horarios no cambien, pero conviene establecer una mínima rutina con la hora de acostarse, levantarse, y también en las comidas. Seguramente todo se retrasará como 2 horas, no es un problema siempre y cuando este retraso no sea intermitente.

  • Creatividad: disfrutad de los pequeños momentos del día a día con tranquilidad. Algo cotidiano como un desayuno se puede transformar con un poco de imaginación y el tiempo que nos dan las vacaciones en un rato extraordinario.

*Podéis contactar con Clara Garcia Blanch en Aquesta adreça de correu-e està protegida dels robots de spam.Necessites Javascript habilitat per veure-la..

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Grupos de padres y madres de WhatsApp: cómo prevenir algunos peligros

- ¿Alguien me puede decir los deberes de hoy? Mi hijo no lleva nada en la agenda…(emoticonos variados)

- ¿Alguien me puede mandar una foto del libro de mates pág 64 ej 2?

- ¿A vosotros también os pone en la agenda que mañana hay que traer un compás?

- ¿Alguno ha tenido ya reunión con la tutora? A nosotros todavía no nos han dicho nada…

La lista de guiones podría ocupar todo el post. A pesar de los infinitos mensajes en el grupo y las quejas que suscita, todo el mundo está en él, no sea que nos vayamos a perder…¿el qué?

- El primer consejo es precisamente éste: plantéate qué función tiene estar en ese grupo.

- Si lo haces porque tu hijo no lleva nunca los deberes apuntados en la agenda, am menudo se olvida los libros, o la chaqueta…el grupo de WhatsApp no es tu solución. Habla con él y con la tutora de sus despistes. Ayúdale a organizarse y buscad juntos maneras de solucionar los problemas de cada tarde.

- Si lo haces porque tu hijo no te cuenta nada de lo que ha hecho en el cole y tú te quieres enterar. A través del grupo te enterarás de lo que ha sucedido según la experiencia de los hijos de los demás. Puede ser práctico para enterarte de según qué cosas, normalmente superfluas, pero no te servirá para acercarte a tu hijo y saber cómo fue su día. Si nos limitamos a preguntarle “qué tal hoy en el cole”, lo más normal será recibir un seco “bien” por respuesta. Juega con él cada tarde en lugar de limitarte a preguntar, ya verás cómo poco a poco irá soltando algo sobre su día en el cole, si no explícitamente, a través del juego.

- Porque quieres integrarte. Bueno, puede servir. Sirve más charlar a la salida del cole, o en el parque, pero sí podría ser un motivo con sentido. El grupo de padres y madres es para vosotros, porque a vosotros os gusta, os interesa, os da pereza salir de él o decir que no, etc. Hay que tener claro que no tiene ningún fin educativo, aunque la causa de que exista sea que vuestro hijo va al cole.

A nivel más práctico si no quieres renunciar a él, qué NO hacer:

- Criticar. Huye de las indirectas sobre algún maestro como huías antes del chismorreo en el parque. No alientes rumores.

- Sentirte responsable de responder todas las preguntas que se hacen. De la misma forma que tú has logrado enterarte de qué color tiene que ser la camiseta para el concierto de mañana, el resto también puede hacerlo.

- Solucionar los problemas de tu hijo. Llevas años repitiéndole que los conflictos se resuelven hablando, y WhatsApp no cuenta como hablar. Además, en la solución de un conflicto entre niños, ¡tienen que estar los niños! Finalmente, lo que sucede en el cole, se debería poder resolver en el cole.

- No lo uses contra el aburrimiento. Mejor escribe a un amigo, lee un libro y habla con los que tengas delante, que probablemente sean tu familia.

*Podéis contactar con Clara Garcia Blanch en Aquesta adreça de correu-e està protegida dels robots de spam.Necessites Javascript habilitat per veure-la..

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¿Hay opciones alternativas a la escuela infantil?

 

Si después de pensarlo eres de esos padres que no ve la escuela infantil como una opción (por la razón que sea), os proponemos las siguientes alternativas:

CANGURO: la opción de canguro es bastante conocida para casos puntuales (los padres salimos a cenar, el peque está enfermo y no irá a la escuela,..) Pero también es muy buena opción para cuidar de nuestro hijo día a día.

Ventajas:

  • Atención personalizada. Sabemos que va a poder atenderlo en cualquier momento. Solo tiene un niño y se podrá amoldar a las necesidades del él.
  • Flexibilidad: podemos encontrar canguros de mañanas, mediodías, tardes o noches. Perfecto para conciliar. Y lo mejor de todo, que vienen a nuestra casa.
  • Vínculo. Sabemos que en edades tan tempranas, el vínculo afectivo que establecen los niños con sus cuidadores es de vital importancia para su desarrollo.
  • Elección: Vosotros escogéis quién queréis que sea su canguro. Podéis pedir referencias, hacer entrevistas y conocer un poquito más a la persona que se encargará de cuidar de vuestros hijos. Es importante este punto para que no os arrepintáis de la decisión tomada. Así que, armaros de paciencia y buscar la persona adecuada.

Inconvenientes:

  • Suele ser trabajo en negro.
  • Persona poco cualificada (sin conocimientos ni formación en educación) y en su gran mayoría jóvenes o mujeres mayores de 45 años.
  • Precio. Puede que salga algo más caro que una escuela infantil dependiendo del número de horas que la contratéis.
  • Os puede ocurrir que, la canguro os deje “plantados” en algún momento, sobre todo por una oferta de trabajo estable/mejor remunerado. Si no quieres que esto ocurra, habla con la persona y llegar a un acuerdo.

MADRES DE DÍA: las madres de día suelen ser confundidas con “canguros”, pero no lo son. La gran diferencia es que son mamás que cuidan de niños, a la par que sus hijos. Normalmente lo hacen en sus propios hogares y acogen a un número reducido de niños. Esta idea de madres de día proviene de las “Tugesmütter” en Alemanía y cada vez son más conocidas aquí en España.

Ventajas:

  • Tienen experiencia en el cuidado de niños y en muchas ocasiones, realizan cursos de formación sobre educación.
  • Sus casas están adaptadas y detrás, hay una reflexión pedagógica a nivel de mobiliario, material de juego, propuestas de actividades,…
  • Puede que no salga tan caro como una canguro, porque el salario de las madres de día se realiza entre varias mamás que también dejan a cargo a sus hijos.
  • Suelen tener entre 2-6 niños máximo por adulto.

Inconvenientes:

  • Horario reducido. Suelen trabajar hasta el mediodía.
  • Proximidad. Puede que encuentres este servicio un poco alejado de tu casa.
  • Opción B. Si tu hijo enferma, necesitarás una opción B (día libre en el trabajo, abuelos, canguro…) Tenlo presente.

ABUELOS: la opción de que sean los abuelos quien cuide de nuestros hijos muchas veces no es una opción, es una necesidad.

Ventajas:

  • Vínculo y afecto. Sabemos que van a estar bien cuidados, que no les faltará absolutamente de nada y que lo intentaran hacer lo mejor que puedan.
  • Economía familiar. No podemos pasar por alto que los abuelos salen “gratis”.
  • Flexibilidad. No les importa venir a buscarlos a las 7 am, que cuidarlos por las tardes…

Inconvenientes:

  • Hay abuelos que ya no están para cuidar a sus nietos. Seamos realistas. No podemos pretender que cuiden de nuestros hijos si ellos mismos están para que les cuiden. No abusemos por favor.
  • Maneras de educar. Puede que el modo en el que los abuelos cuiden de sus nietos no sea la más óptima para vuestros hijos o que simplemente, no coincidáis con su manera de educar. Es importante que lo habléis y podáis llegar a acuerdos.

 ESCUELITAS: las escuelitas o escoletas, son centros infantiles que se caracterizan por atender a niños a partir de los 2 años, hasta los 6.

Ventajas:

  • Ratio reducida.
  • Grupos mezclados. No hay aulas, todos conviven con todos y aprenden los unos de los otros.
  • Familias implicadas. Las familias suelen tener un papel importante en la escuelita y se llevan a cabo asambleas generales.
  • Flexibilidad. Entradas y salidas graduales.
  • Profesionales titulados. Con formación académica y experiencia.

Inconvenientes:

  • Cuotas. Son bastante más altas que en las escuelas públicas, incluso más que en algunas privadas. Tiene una explicación: hay menos niños y los mismos gastos: alquiler espacio, salarios trabajadores, material,…
  • Algo elitista. No todas las familias pueden permitirse el lujo de poder formar parte de una escuelita y ya por eso, es una discriminación.
  • Pedagogía. Suele ser de un solo tipo: la famosa pedagogía libre. 

En fin, buscar la opción más acorde a vuestros intereses y/o necesidades. ¡Seguro que acertaréis!  

*Podéis contactar con Miriam Campos en Aquesta adreça de correu-e està protegida dels robots de spam.Necessites Javascript habilitat per veure-la. o visitar su web www.tipifiestas.es.

 
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Ocho claves para poner límites

Marcar límites a nuestro hijo es una forma más de expresar que le queremos y que estamos cuidando de él, ya que los límites nos orientan y nos dan seguridad. Para marcar un límite hay que estar convencido, porque no siempre es fácil y conviene hacerlo de forma clara. ¿Cómo lograrlo?

  • Tenemos que estar preparados para mantenerlo, pase lo que pase. Una vez se nos escape de la boca el apaga la tele ya, no hay vuelta atrás. Podemos negociar los típicos 5 minutos, pero no deberíamos permitir que se conviertan en 30. Primero porque si es así, mejor te hubieras callado dejándole mirar la tele media hora más, ahorrándote de paso la pataleta que te has tenido que comer. En segundo lugar, porque das a entender que el límite que marcas no debe ser tenido en cuenta.
  • Cuando ante el límite marcado nos contestan: ¡NO¡, es de gran ayuda exponer las consecuencias que puede conllevar no cumplir con el límite: hoy a la hora de cenar no podrás ver ningún capítulo (continuando con el ejemplo de apagar la tele). Hay niños que funcionan mejor a nivel verbal, cuando se les explica una posible consecuencia, mientras que otros en cambio necesitan que el límite sea marcado tajantemente (que vayas tú y apagues la tele).
  • Anticipar el límite funciona muy bien: recuerda que cuando termine este episodio tendremos que apagar la tele para ir a la ducha.
  • Es muy tentador no intervenir para ahorrarnos una pataleta. En estos casos, plantearos lo importante y prioritario para vosotros y cumplid siempre con lo que os hayáis propuesto.
  • No se trata de mantener el límite sólo en el momento en que se marca, si no siempre que se dé la misma circunstancia. Si algunos días permitís que vea según qué programa y otros no en función de vuestro cansancio o humor, mejor dejad que lo mire siempre. Los límites “intermitente” son un peligro, generan desorientación e inseguridad.
  • A partir de los 6 años más o menos, muchos niños comienzan a exigir explicaciones concretas antes de cumplir con el límite que se les marca, siempre cuestionado. Como ya comentamos en el post sobre castigos, no es necesario dar siempre una explicación: primero porque hay motivos que el niño todavía no puede entender, y segundo porque es positivo aprender que hay cosas que no tienen explicación alguna.
  • Un límite no tiene por qué ser una prohibición o una negación. De hecho, como su nombre indica, es el establecimiento de un marco, unos bordes, una frontera. Limitar significa marcar el terreno por el que los niños transitan, explorando y experimentando, para que puedan aprovechar y gozar al máximo de lo que este terreno les ofrece, con seguridad y confort.
  • Finalmente, si eres de los que piensa que los límites no son buenos, ten en cuenta que no podrás librarte de ellos. ¡La vida está llena de límites! Y además habrá situaciones en las que no tendrás más remedio que intervenir: cuando tu hijo se ponga a sí mismo en peligro, o cuando no respete a los demás. No marcar ningún límite, es tan inadecuado como imposible.

  *Podéis contactar con Clara Garcia Blanch en Aquesta adreça de correu-e està protegida dels robots de spam.Necessites Javascript habilitat per veure-la..

 

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La ansiedad de buscar colegios

Como todos los finales de enero y primeras semanas de febrero los colegios hacen las famosas puertas abiertas para que podamos conocerlos y matricular a nuestros niños. Pero este acto le supone a muchos padres una gran ansiedad. Algunos, cuando por fin tienen al niño matriculado te dicen, "ahora ya puedo dormir". Otros, los menos, empiezan ahí su periplo de preguntas y angustias "¿habremos elegido el colegio correcto?, ¿será el mejor?, ¿Y si hubiéramos puesto el otro?... y así tantas preguntas como podáis imaginar.

Generalmente muchos padres tienen ya una idea de lo que quieren, así que visitan 2 o 3 colegios y luego a esperar que el bombo les de la plaza deseada.

Otros son de "concepto abierto" y valoran diferentes opciones, así que suelen ser padres que hacen maratones los sábados de puertas abiertas, pudiendo ver de 4 a 5 escuelas en un día, con sus charlas y tours incluidos (ese día se ahorran el gimnasio seguro).

Y naturalmente están los que tienen claro que irán al lado de casa y ni necesitan pasarlo a ver, los cuales me producen cierta envidia por la practicidad de sus vidas.

¿Qué cosas son las que tenemos que valorar? pues, obviamente cada uno tiene sus bagajes personales, sus ideales, sus necesidades, y porqué no, sus sueños... Pero creo que siendo prácticos hay que minimizar opciones para que este proceso no se convierta en un "quita sueños". Personalmente, las principales características a tener en cuenta son: cercanía, precio, idiomas y ambiente...y a partir de ahí es cuestión de priorizar. Que es lo más importante para cada uno. Como veréis no he mencionado nivel educativo porque dentro del sistema público a todos se les exige un nivel, no obstante los recursos, la implicación de padres y maestros y el ambiente es lo quemarcarán las diferencias entre centros de un mismo tipo (públicos, concertados y privados). Así que a lo dicho:

Cercanía: pues con el tiempo te das cuenta que es algo a tener muy, muy en cuenta. Parece que no, pero de enviar al niño a 5 minutos andando o a 30 minutos en coche (y siempre entran y salen en horas punta) es algo a pensar. A la semana se le puede estar "robando" al niño 5 horas de sueño y 5 de juego.

Precio: aquí cada uno debe valorar su economía. A veces hay que pensar si ciertos colegios de 600 euros mensuales son viables o no. Tal y como está el panorama hay poco margen a la improvisación, y en estos colegios no es solo la mensualidad a pagar, hay que añadir semana de esquí, clases de piano, de equitación, salidas de fin de semana a la Molina con amigos... va todo a "ese" nivel, y por mucho que no nos guste, o pensemos que nosotros solo vamos por el nivel educativo, esto es lo que hay. No pagas solo una educación en ciertos colegios, pagas un estilo de vida, y si no se le puede dar al niño y éste va a ir viendo que los otros si lo tienen, lo pasará mal.

Idiomas: En fin, si lo que buscáis son idiomas, no os preocupéis en si el colegio del barrio X es mejor que el colegio de al lado. El nivel de idiomas en colegios que no son de verdad bilingües, son parecidos, es decir, bajito. Así que si queréis inmersión lingüística debéis de ir a la cabeza de estos colegios, bien sea el colegio alemán, el francés, el británico... para gustos banderas. Y en este caso, os remito al parágrafo anterior sobre precio y nivel de vida que hay. También podéis enfocar al niño des de pequeño para que se busque novia alemana o francesa, inglesa, rusa.. o novio. Aprenderá el idioma más rápido y de forma más lúdica.

Finalmente hay que considerar el ambiente. Mi consejo es que vayáis a la puerta del colegio a las 5 de la tarde y veáis la gente que hay. Es la forma más rápida para saber si queréis llevar allí a vuestro hijo o no.

En fin, a partir de aquí es solo priorizar"que" de las cuatro cosas son más importantes para cada uno. Sí, es complicado, pero ahora viene lo mejor. Si pasado unos meses o un año..o más tarde os dais cuenta de que el niño no está a gusto, que no os convence la escuela, vamos, que nos hemos equivocado, pues sí se puede cambiar de colegio. Por mucho que os digan que es misión imposible, que lo que elegís es lo que te quedas, que no tendrás plaza... y no sé cuantos cuentos para no dormir, eso no es así. Tal vez no podáis cambiar de un día al otro, pero os aseguro que entrar a un primer colegio no es una condena. Así que mi consejo es que viváis el proceso de elección de escuela lo más tranquilamente posible, incluso disfrutándolo, porque siempre hay opciones si al final vemos que nos equivocamos.

*Podéis contactar con Cristina Lapiedra en Aquesta adreça de correu-e està protegida dels robots de spam.Necessites Javascript habilitat per veure-la..

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10 tips +1 a la hora de escoger escuela infantil

 

Una vez nace nuestro hijo y se acaba la baja maternal, muchos padres nos preguntamos ¿y ahora que hacemos? Nos encontramos con una realidad dura: tanto el padre como la madre tenemos que trabajar haciendo jornadas largas y poco flexibles.

En busca de la mejor solución nos encontramos diferentes opciones. Por un lado, hay familias que tienen la suerte de contar con ayuda extensa de la familia (abuelos, tíos…), por otro lado hay padres que deciden contratar un canguro o madre de día y una gran mayoría, se decanta por llevar a su hijos a la escuela infantil.

Si por la razón que sea, habéis decidido que la mejor opción es llevar a vuestro hijo a la escuela, a continuación os proponemos una serie de aspectos a tener en cuenta a la hora de escoger cuál es la más acertada para vosotros.

Antes de comenzar a buscar escuela infantil tenéis que conocer los diferentes tipos de escuela que existen, porque os podéis encontrar de muy diferentes. Por un lado, están las públicas y municipales y por otro lado, las privadas y privadas-concertadas. Ahora bien, ¿en qué nos tenemos qué fijar cuando asistamos a las puertas abiertas?

Aquí tenéis los 10 tips (más uno) más relevantes a la hora de decirse por una o por otra:

1. Ratio: lo marca la ley. La ratio que se marca a las escuelas es la siguiente:

Bebés (4-12m): 8 bebés/educadora

Caminantes (12-24m): 13 niños/educadora

Grandes (24-36m): 20niños/educadora 

Sí. Son desorbitadas, pero es lo que tenemos en nuestro país, por desgracia. Contra más baja sea la ratio en el aula, mejor. Eso significa que hay menos niños para atender por educadora. En algún caso, es complicado, pero podéis encontrar la posibilidad de una escuela que por metros cuadrados, tenga una ratio inferior.

2. Agrupamiento de los niños: podéis preguntar a la propia escuela cómo agrupan a los niños. Si es por edad: cada seis meses, cada año… Lo ideal es que sea cada 6 meses, porque ya se sabe que cuando son tan pequeños se nota mucho la diferencia en pocos meses, pero no siempre es posible en las escuelas por temas de espacio y de recursos.

3. Flexibilidad: puede ser para vosotros un factor decisivo el hecho de poder entrar o no en el aula en cualquier momento del día, estar un ratito con vuestros hijos, despedirse sin prisas y hablar relajadamente con la maestra. Así como los horarios de entrada y salida sean totalmente flexibles. Aunque pueda parecer una locura, todavía existen muchas escuelas infantiles en la que los padres tienen prohibida la entrada en las aulas.

4. Adultos de referencia: podéis preguntar abiertamente cuantos y qué adultos estarán con vuestros hijos: uno, dos, tres…? Después de años trabajando en una escuela infantil, soy partidaria de que hayan dos referentes, ya que en el caso de que una de las maestras se ponga mala, siempre hay otra que ya conoce a los niños, a las familias y la dinámica del grupo.

5. Comunicación: conocer cómo será el traspaso de información del día a día es importante. Si se produce durante las entradas y salidas de manera informal, si tienen un cartel en la puerta con información adicional, si se hace servir una agenda para anotaciones varias, si se hace de manera individual o colectiva… O incluso si se hace de forma diaria o trimestral.

Personalmente, lo ideal en toda la etapa infantil es una comunicación cercana entre la familia y la escuela, donde poder hablar tranquilamente con la educadora de cómo ha pasado nuestro hijo la noche o qué ha hecho este fin de semana. La agenda y los carteles son de más a más y las entrevistas/tutorías no son imprescindibles si no hay una razón aparente.

6. Espacio. Podéis haceros las siguientes preguntas: ¿en qué espacio estará mi hijo?, ¿Una sala?, ¿Dos o más durante el día? Puede que con un espacio fijo (aula), otra para el comedor/dormitorio y otra para la sala polivalente habría más que suficiente. Además de preguntar, podéis hacer un “escáner” de las aulas: fijaros qué tipo de mobiliario tienen, si está adaptado a los niños o no, qué tipo de juguete os encontráis en las aulas,… No os dejéis engañar por los murales “bonitos” que haya colgados, fijaros un poco más allá y poner visión de niño.

7. Alimentación: lo mismo. Podéis haceros-hacer muchas preguntas sobre el tema: ¿qué tipo de comida ofrecen?, ¿Tienen cocina propia o de catering?, ¿Hay opción para vegetarianos?, ¿Cómo enfocan la introducción de alimentos?, ¿Hay la posibilidad de realizar Baby led wearning?

Ya se sabe que la cocina propia es un punto a favor para la escuela, todo es mucho más natural.

8. Pedagogía. ¿Qué tipo de actividades realizan con los niños?, ¿Experimentación?, ¿Fichas?, ¿Bits?

Este punto es muy relevante en la vida de una escuela. Te dice mucho de ella y por eso hay que investigar sobre las actividades que llevan a cabo.

Los niños, y más de estas edades, están descubriendo el mundo y necesitan libertad para hacerlo. Las aulas deberían de estar libres de sillas y mesas y que las actividades no sean obligatorias.

El movimiento y la experimentación con el entorno tendrían que ser los ejes centrales del día a día, así como la autonomía personal. Todo lo demás, es eso, de más. No hace falta hacer inglés con niños de un año, ni llevarlos a piscina, ni hacer fichas; digo que no es necesario, porque si no lo hacen no pasa nada, aprenderán igual, pero no son actividades necesarias para niños menores de 3 años.

9. Participación de las familias en la vida escolar. Los padres ¿pueden participar en las actividades?, ¿Pueden proponer?, y fuera del horario escolar, ¿se pueden quedar las familias haciendo uso de algún espacio como por ejemplo, el patio?, ¿Hay AFA?, ¿Los padres participan en las fiestas tradicionales?, etc.

10. Proximidad a casa. A nivel organizativo y logístico familiar, nos facilita muchísimo la vida si la escuela está cerca de casa. Además, si optamos a una escuela pública, tendremos más puntos por proximidad.

10 +1. Instalaciones: como último punto me gustaría hablar de las instalaciones. Un aspecto que la gran mayoría toma como punto de partida para decidir qué escuela quiere para sus hijos.

Puede que las instalaciones que visitemos sean de 10, nuevas a estrenar y realmente bonitas, pero que el tipo de pedagogía que se realice no sea la más adecuada para niños de 0-3 años. O puede suceder todo lo contrario, que las instalaciones nos echen para atrás (que sean viejas y estén algo desgastadas del paso de los años), pero que tengan un carácter cercano con las familias y los niños que ninguna otra escuela tenga.

Así que, SÍ. Es importante que los espacios sean amplios, luminosos, limpios (of course) y bonitos, pero al fin y al cabo, tenemos que ser conscientes de que a nuestros hijos los atenderán personas, no paredes.

Pero sobre todo, sobre todo, lo más importante a la hora de escoger una u otra escuela es que os sintáis cómodos en ella y que sintáis que la información es clara.

Si salís de las puertas abiertas con una sonrisa en la cara, está claro que, ¡esa es vuestra escuela!

[Si eres de Barcelona, entérate de cómo funcionan todos los trámites aquí]

*Podéis contactar con Miriam Campos en Aquesta adreça de correu-e està protegida dels robots de spam.Necessites Javascript habilitat per veure-la. o visitar su web www.tipifiestas.es.

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Inscripción a P3: Sesión Informativa

La Xarxa D'AMPES de Centres Educatius Públics de l'Eixample organiza una sesión informativa para resolver dudas sobre el proceso de inscripción a P3 (tanto para el colegio público como concertado). La charla tendrá lugar el Martes 7 de Febrero a las 17:30h en la Escola Bressol El Tren de Fort Pienc (Pl Fort Pienc, 5).

 

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¿Cuál es el mejor colegio para mi hijo?

 

Dudas, pánico, estrés, foros, chats de madres o charlas en el parque. Sí, ha llegado. Empieza la época en que padres y madres estamos ansiosos y preocupados por elegir la mejor escuela para nuestros hijos. Y, como padres, nos inunda una enorme responsabilidad ante esta decisión.

Elegir el mejor centro educativo no es una tarea fácil. A parte del dichoso orden de inscripción y de los tormentosos sorteos para entrar en la escuela deseada, que no depende de nosotros, también nos preocupan otras cuestiones que van  a hacer decantar la balanza hacia un centro u otro.

No existe ninguna ecuación mágica que nos ayude a resolver este rompecabezas sobre la elección del centro. Pero sin duda, nosotros, los padres, debemos tomar esta decisión.

Para empezar intentaremos hacer la pregunta correcta para poder obtener la respuesta más adecuada, y así tomar la mejor decisión. Hacerse la pregunta correcta es esencial para el día a día y, sobretodo, para la toma de decisiones.

¿Cuál es el mejor colegio? versus ¿Cuál es el mejor colegio para mi hijo?. La primera pregunta parece fácil de responder. Existen páginas especializadas en hacer ránkings de centros educativos según diferentes variables: qué centro tiene mejores resultados en matemáticas, en lenguas, en ciencias, en sus instalaciones, etc… Pero no siempre la “mejor escuela”, con los mejores resultados, es la mejor escuela para nuestros hijos.  Debemos pensar en las prioridades y expectativas que tenemos como padres ante la educación de nuestros hijos.

No se trata de pensar en si queremos un hijo cirujano o arquitecto. Se trata de tener una visión general e integral de la persona en la que queremos que se convierta. Pero todo ello no depende única y exclusivamente de la escuela. Debemos entender la escuela como una prolongación de nuestra casa. En una prolongación de los valores que queremos transmitir a nuestros hijos. De este modo quizás nos es más fácil centrarnos en cuál va a ser la mejor escuela para nuestro hij@.

Así podremos determinar si queremos llevar a nuestro hijo a un colegio de élite, a uno religioso, a uno bilingüe, a una escuela pública o a un colegio especializado en música. No podemos olvidar que el colegio proporcionará a nuestros hijos herramientas importantes en su desarrollo, en su autonomía, en su personalidad y en sus saberes. Por eso es también importante decidir si el centro que elegimos está o no cerca de nuestro hogar. Si el centro está a dos horas de nuestra casa es probable que el descanso de nuestros hijos se vea alterado y, en consecuencia, los resultados también se vean afectados.

Por todo ello propongo algunos puntos a tener en cuenta a la hora de elegir el mejor centro para nuestro hijo.

  • COLEGIO PÚBLICO, CONCERTADO O PRIVADO.

Muchos padres empezamos la selección en base a este criterio.

Los colegios públicos son centros laicos financiados y gestionados por el gobierno con ayuda de las administraciones de cada zona. Suelen ser escuelas desde p3 hasta 6º de primaria. Más tarde los alumnos accederán al instituto. Las plazas suelen ser limitadas, y para acceder a ellas se deben cumplir una serie de requisitos propuestos por la administración (cercanía de la vivienda, número de hermanos, etc). Por lo tanto los padres podemos presentar la solicitud pero no por ello se garantiza una plaza. Ante igualdad de condiciones, si las solicitudes superan a las vacantes las plazas se otorgarán por sorteo.

Los colegios concertados son de titularidad privada pero con fondos públicos. Tienen cierta libertad en la gestión del centro y de sus trabajadores, pero deben cumplir algunos requisitos establecidos por el gobierno. Generalmente suelen tener todos los niveles del sistema educativo: desde educación infantil, primaria, secundaria hasta el bachillerato. Dado que su financiación es parcialmente pública el acceso a los centros concertados, actualmente en Cataluña, también se basa en el sistema de sorteo de plazas, como en la escuela pública.

Los colegios privados son una empresa privada financiada por los padres de los alumnos. Por ello tienen libertad de gestión, y cierta libertad en el currículum, dentro de los límites establecidos por el gobierno. Suelen impartir también todos los niveles académicos.  El acceso y el límite de plazas viene determinado por los criterios de la misma escuela.

  • VISITAR VARIOS CENTROS.

Debemos hacer una lista de los colegios que queremos visitar. Una vez en ellos fijarnos no sólo en sus instalaciones, en el comedor, en las mesas o en las aulas, sino prestar especial atención en el clima que encontramos en el centro. Me refiero a si las paredes están decoradas con trabajos de los alumn@s, a las explicaciones de los profesores o a las actividades que proponen. Todo detalle cuenta. También es interesante fijarse en cómo reciben o despiden los profesores a los alumnos, el tipo de familias que encontramos en las salidas, los horarios de tutorías con los padres, las actividades extraescolares o la conexión con el barrio. Esos pequeños detalles que a menudo pasan desapercibidos pero que son fundamentales. Debemos pretender que la escuela forme a nuestros hijos a un nivel integral como personas. Atendiendo a la parte ética (valores como el respeto, la solidaridad, la tolerancia), académica, afectiva/emocional (autoconocimiento, autoaceptación, sensibilidad) y a la parte trascendente (espiritualidad).

  • CARÁCTER DEL CENTRO.

El centro escolar al que irá su hijo tendrá un carácter determinado y determinante. Debemos tener en cuenta las cuestiones propias del centro y ver si éste se adecúa a la personalidad de nuestro hij@ y a nuestros principios.

  • El ideario del centro. Es importante que la ideología del centro coincida con la nuestra. Si no queremos que nuestro hijo/a estudie religión lo más seguro es que no lo llevemos a un centro religioso.

  • Las extraescolares. Las extraescolares suelen pasar desapercibidas, pero no olvidemos que debemos tenerlas en cuenta y entenderlas como una formación complementaria. Natación, ajedrez, lectura, idiomas, música o baile pueden interesar a nuestros hijos y debemos decidir, con ellos, si puede ser una actividad complementaria a su formación.

  • Departamento de orientación. Que la escuela tenga un gabinete psicopedagógico es importante para detectar y ayudar en el caso de que nuestro hij@ pueda necesitar alguna ayuda puntual o permanente en su formación.

  • Proyecto educativo. Saber cómo se transmiten los conocimientos en la escuela es importante. Qué metodologías utilizan para el desarrollo de las actividades académicas y qué técnicas utilizan para motivar a los alumnos.

  • Nivel educativo. La opinión de otros padres es interesante conocerla. Las asociaciones de padres de algunas escuelas están perfectamente integradas en las jornadas de puertas abiertas y podemos acceder fácilmente a sus experiencias. Las pruebas de 6º de primaria o los resultados de selectividad también pueden darnos algunas informaciones académicas.

  • Horarios. Informarnos de los horarios del centro es importante para la organización familiar y del alumno. Saber si existe una aula de acogida para las mañanas o un espacio de estudio para las salidas nos ayudará a organizarnos.

  • Cercanía. Tener la escuela cerca es importante para la economía temporal familiar y las relaciones sociales que pueda establecer nuestro hij@. Es importante contemplar el tiempo de descanso y los espacios de juego y de estudio.

Todas estas cuestiones aquí planteadas pueden ayudarnos a realizar un esquema mental en el momento en que vayamos a tomar la decisión de escoger un centro u otro para nuestro hijo/a. De todas formas, no olvidéis que si el centro educativo no os ofrece aquello que parecía siempre podéis acceder a otro centro. Las decisiones que tomemos siempre van a ser las que creemos mejor para nuestros pequeños. Todas las escuelas son buenas; nuestro trabajo es intentar encontrar la que mejor se adapta a las características de nuestros hij@s. Pero debemos tener siempre presente que la educación más importante es la que podamos ofrecer nosotros en casa.

*Podéis contactar con Irina Miracle en Aquesta adreça de correu-e està protegida dels robots de spam.Necessites Javascript habilitat per veure-la.

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¿Por qué está mal visto castigar?

Cuestionarse, ser cuestionado, plantearse y replantearse, leer artículos y libros, conversar, comparar, interrogar, ¡hasta ver documentales y reportajes! Es típico poner en duda lo que uno está haciendo como padre y llegar a la conclusión de que lo estamos haciendo mal.

Conozco el caso de un pediatra que les dijo a unos padres: Miren, si le toleran todo y son demasiado flexibles, de mayor les dirá “papás, ¿por qué me malcriasteis tanto?”, mientras que si son muy estrictos e intransigentes, de mayor les dirá “¿por qué fuisteis tan duros conmigo?”, así que hagan lo que buenamente puedan, y déjense guiar por su sentido común.

Pues bien: lejos de seguir este consejo, últimamente algunos ponen los castigos en tela de juicio. En este artículo vamos a tratar qué son y para qué sirven, con la intención de dar seguridad, resolver algunas dudas y reforzar el sentido común y la intuición.

  • Es imprescindible saber por qué se castiga. El castigo no es un fin en sí mismo. Persigue algo. Si no tenemos claro el objetivo que perseguimos, ¿para qué castigamos?

  • ¿Queremos que el niño aprenda algo o queremos que una conducta indeseada no se repita? ¿Castigamos por su bien o por nuestro enfado? Si somos capaces de hacernos estas preguntas y tenerlas en cuenta antes de aplicar un castigo, probablemente castigaremos muy poco,  fácilmente lograremos una respuesta hacia el niño adecuada y proporcionada, en lugar de una respuesta incoherente que no viene a cuento, que genere  al niño desorientación, malestar y sentimiento de culpa, que es lo que se le ha venido reprochando al castigo últimamente.

  • El castigo para aprender, durante la primera infancia no tiene mucho sentido. La naturaleza misma ya proporciona los aprendizajes necesarios durante esta etapa del desarrollo: si no miras por donde andas te caes, el fuego quema, el cuchillo corta. Estímulo-respuesta.

  • El castigo para que una conducta no se repita tiene que ser claro y conciso, correspondiente a la edad del niño y estar vinculado con la conducta a corregir. Para ello, debemos plantearnos el motivo de este comportamiento indeseado. Si el niño empieza a cambiar la actitud solo por miedo o para evitar el castigo, les damos puntos y con razón a los que rechazan los castigos.  ¿Realmente el niño está preparado para lo que le estamos pidiendo? De lo contrario, por muy grave que sea el castigo, no podremos remediar esa conducta y causaremos en el niño mucho malestar y sentimiento de culpa. Evitemos trasmitir como indeseadas aquellas conductas que tienen que ver con su desarrollo: miedos nocturnos, control de esfínteres, celos, pataletas, etc.

  • Para no sentirnos culpables, solemos acompañar el castigo con largas explicaciones. Nos encontramos a las diez de la noche de rodillas hablándole a un niño de 3 años muerto de sueño y lleno de mocos sobre lo inoportuno de tirar un vaso al suelo. Hay momentos para todo. Hablar sobre lo sucedido cuando el niño no esté enfadado puede ser bueno, tan bueno como el experimentar que a veces hay cosas que no tienen ninguna explicación.

  • En resumidas cuentas: lo malo no es el castigo, es que nuestras acciones educativas estén guiadas por el hastío, la pereza, la rabia o la incoherencia.

 *Podéis contactar con Clara Garcia Blanch en Aquesta adreça de correu-e està protegida dels robots de spam.Necessites Javascript habilitat per veure-la..

 

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Queridos Reyes Magos: consejos para antes, durante y después de escribir la carta

 

ANTES de escribir

  • Cuando se acerca la Navidad, dedicar una tarde del fin de semana a revisar los juguetes con tus hijos es útil además de pedagógico. Ordenar, descartar y una vez decididos, tirar, regalar o donar. Intentemos evitar dramas y ser demasiado duros, si a nosotros nos cuesta desprendernos de según qué objetos que no usamos desde hace siglos, imaginaros a un niño. Tiene que ser una actividad relajada, de lo contrario, mejor hacerla sin ellos. También en el caso de que todavía sean pequeños (menos de 5 años), esta tarea nos tocará hacerla a los adultos solos, pero resulta igualmente recomendable para no ahogarse después en montañas de juguetes.

  • Aunque queramos que piensen por sí mismos, los niños son influenciables, aprenden por imitación y suelen guiarse por los modelos que se les ofrecen. Los publicistas lo saben. Los anuncios son como el azúcar: cuanto más tarde empiecen, mejor. Se puede posponer  o reducir la exposición a anuncios de varias maneras. Una es tirar a la basura sin parar a pensarlo todos los catálogos de juguetes. Pero probablemente esos colores chillones ya habrán llamado la atención de tu hijo, antes que la tuya. Otra alternativa es mirar los dibujos por internet o en un dvd, en lugar de verlos por televisión. Si no se pueden evitar, conviene comentarlos juntos y desmitificarlos.

  • El anterior post sobre juguetes no se titulaba Menos es más en balde. Ya lo dice el refrán popular “la avaricia rompe el saco”, que en nuestro caso sería: si pides tantas cosas, quizás los Reyes no puedan traértelo todo. O directamente: hijo sólo tres cosas. Esto ya depende de vuestra forma de educar pero, en general, es muy recomendable conversar sobre las cosas que se piden con el tiempo suficiente y antes de mandar la carta.

Escribiendo

  • El niño pide lo que le atrae y seduce, lo que desea. Vosotros debéis encontrar el equilibrio entre los juguetes que desea y aquellos juguetes con los que vosotros sabéis que va a disfrutar, cosa que a veces no coincide. Ni todo calcetines y puzles, ni todo Soy Luna y la Patrulla Canina. Este es uno de los motivos por los cuales escribir la carta juntos es un acierto.

  • Escribiendo la carta se pueden aprender muchas cosas, sobre todo a partir de una edad en la que ya se empiezan a hacer pequeñas reflexiones, a escribir y a poder anticipar cosas que sucederán a medio plazo (más o menos a partir de P5 o primero de primaria). Compartir juntos el momento de la redacción sin prisas, dibujando, borrando, rehaciendo, dejándola reposar unos días, puede ser enriquecedor y muy agradable.

Cuando ya se ha mandado la carta

  • No perdáis de vista que los Reyes sois vosotros. El hecho de que esté escrito en la carta, no significa que se lo tengan que traer sí o sí. Está en vuestras manos.

  • Si los Reyes ven que te portas así no te van a traer nada. Mejor guardar esta estrategia sólo para casos extremos. En la medida de lo posible, hay que intentar dejar a los Reyes Magos en el terreno en el que están, el de la magia, la imaginación y la bondad. Por otra parte, si tiras demasiado de esta amenaza, ¿qué vas a usar el 10 de enero? Porque lo de todavía pueden volver y llevárselo todo no les acaba de convencer…

  • El escribir una carta para pedir aquello que se quiere tener sirve también para trabajar la tolerancia a la frustración (la reacción del niño cuando algo no sale como a él le gustaría). Algunos tienden a descubrir el regalo de sus sueños el día 5 de enero a las diez de la noche. ¿Qué hacer? Experimentar el hecho de que los Reyes no lleguen a todo y no cumplan siempre con absolutamente todos nuestros deseos, es comenzar a familiarizarse con algunas realidades inevitables de la vida.

*Podéis contactar con Clara Garcia Blanch en Aquesta adreça de correu-e està protegida dels robots de spam.Necessites Javascript habilitat per veure-la..

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Juegos y juguetes: menos es más

Hay que jugar. Jugando se explora, se experimenta, se prueba, se aprende. El juego es una actividad imprescindible para nuestro desarrollo y además, es divertida. Los niños inician el juego de una forma muy natural, sin necesitar para ello ningún juguete específico. Cualquier cosa puede servir para desempeñar el juego deseado.

Sin embargo son muchos los juegos y juguetes que nos regalan sumados a los que queremos regalar a nuestros hijos, sobre todo en Navidad. A continuación se ofrecen algunos criterios educativos e ideas prácticas sobre la elección de juguetes y la mejor forma de tenerlos en casa.

  • Cuando compramos un juguete…: “aquí pone a partir de 5 años pero él es muy listo”. De acuerdo, pero no se trata de tener en cuenta lo más o menos listo que el niño sea, se trata de proporcionarle juegos que le estimulen conforme a su nivel de desarrollo. Sólo así el juego puede resultar una vía de experimentación, aprendizaje y diversión, que es lo que tiene que ser.
  • Hacer andar una muñeca no es lo mismo si la muñeca ya anda sola. Habrá experimentación e imaginación igual, pero más limitada. Mejor evitar la introducción en el juego de todo lo electrónico, con pilas, batería, etc.
  • Tablet, smartphone, playstation, wii...Siendo realistas, si no lo vamos a evitar, al menos intentemos posponerlo. No es lo mismo empezar a jugar a la play a los 7 que a los 10. ¿Tan malo es? No. Es malo cuando el tiempo de dedicación a ello es excesivo, es decir, impide el resto de juegos. Si el hecho de jugar con la tablet no impide poder jugar el mismo día al escondite con los amigos, a un juego de mesa en familia o a algún juego en solitario (coches, muñecas, cocina, etc), no le veo el daño por ninguna parte. 
  • ¿Qué porcentaje de juguetes usa tu hijo a diario del total que tiene en casa? Pues eso. La cantidad es relevante para el adulto, no para el niño. Somos los adultos los que habituamos a los niños a una cantidad de objetos inabarcable para ellos. En estos casos habría que plantearse a quién le hace ilusión realmente colmar al niño de juguetes. Demasiada oferta puede generar saturación, sobreestimulación, desorientación y desorden. Esto no es lo que persigue la aventura de jugar.
  • Algo que sí que atrae a los niños y les resulta estimulante es la novedad, lo desconocido. Hay familias que esconden algunos juguetes de reyes durante unos meses, evitan la saturación y en el aburrido mes de marzo aparecen en casa nuevos juegos. Intercambiar juguetes por un tiempo con algún amigo también es una buena idea. Ordenar juguetes y juegos para no tener a mano aquellos con los que no se está jugando, es una buena práctica a realizar todo el año.
  • Finalmente, no renunciéis a los clásicos. Siempre es un placer observar cómo una caja de cartón puede convertirse en coche de carreras, casa o microondas como por arte de magia.

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Es mío: forzar a tu hijo a compartirlo todo, no lo hará menos egoísta

 

Es mío. Por supuesto que es suyo, y quiere que continúe siéndolo. ¡Cuántos roces, dudas, negociaciones, trueques, chismorreos en el parque nos ha generado el tema del compartir! La solución nunca es fácil cuando se trata de un grupo de personas muy variado que se conocen poco entre sí. Nuestro deseo suele ser que los niños compartan. ¡Que compartan todo! Pero ya habrás experimentado que no siempre es posible. De la misma forma, tú prestas determinadas cosas con más facilidad que otras, y solo a según quién.

Cuando no estamos solos, el gran reto es: ¿cómo generar el mínimo de conflictos, sin por ello renunciar a mi forma de educar?

Lo que hagas para lograr este objetivo variará mucho en función de cómo sea tu hijo. Hay niños más bien tímidos, que normalmente necesitan la intervención del adulto para pedir un juguete que les gusta, o turno en el columpio. Hay niños que quitan de las manos al resto todo lo que les llama la atención (no por ello son malos, o peores, ¡por favor!). Los hay que quieren ir al parque con toda la casa a cuestas, otros con un único objeto que no pueden ceder a nadie por nada del mundo, les va la vida en ello (y a ti también porque sin él no duerme...). Están también los de la moto eléctrica, cómo no mencionarlos. La lista sería interminable. ¿Y qué pasa con los adultos? Pues que también hay de todo. La variedad en la sesión de parque pues, está servida.

¿Qué hacemos entonces con los rifirrafes del compartir?

  • Tener en cuenta la edad del niño. Por debajo de los tres años yo no forzaría a compartir los juguetes. Lo más probable es que todavía no puedan comprender lo que el compartir implica, es decir, que no están preparados para ello. ¿Y si el otro niño, o lo que es peor, la madre del otro niño lo vive mal? Pues dependerá de tu carácter. Lo más fácil suele ser encontrar una frase que justifique tu acción de forma sencilla: ahora está jugando él con el coche y no tiene ganas de prestarlo. Y encontrar una compensación: cuando deje de jugar con el coche te aviso.
  • Intervenir lo menos posible. Si has venido al parque a que tu hijo juegue, déjalo jugar. Observa tranquilamente y cuando veas asomar un conflicto, aunque te cueste un poco, espera unos segundos. Prueba a ver qué sucede si dejas que lo resuelvan entre ellos. Puede que te lleves una grata sorpresa.
  • O puede que intervenga otro padre. No te enfades. ¡Y sobre todo no le des lecciones!
  • Finalmente, asumir la posibilidad de ser los raros del parque. Se dice que el sentido común es el menos común de los sentidos...y educar requiere muchas dosis del mismo. Así que si cuando salgáis de casa vais a continuar educando según vuestros principios, resultará inevitable que alguien se extrañe, se sorprenda, o incluso juzgue. ¿Y qué?

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El colegio público Joaquim Ruyra cuestiona las teorías sobre el determinismo educativo

El colegio público Joaquim Ruyra de L'Hospitalet de Llobregat sorprende con sus excelentes resultados en las pruebas de competencias básicas de primaria que realiza la Generalitat.

El centro, público y con una población escolar en la que el 90% de los estudiantes son de origen extranjero y más del 95% reciben una beca de comedor, rompe con todas aquellas teorías pedagógicas que vinculan los resultados escolares de un niño al nivel de formación que tienen sus padres (y sobre todo a los estudios de la madre).  

 

La receta del éxito: familias implicadas, trabajo en equipo y nada de improvisación

 

Un problema administrativo dejó al Joaquim Ruyra fuera del listado de centros educativos de máxima complejidad socioeconómica y, por lo tanto, sin la plantilla de maestros adicionales que la Conselleria d'Ensenyament destina a este tipo de colegios. Pese a ello, la treintena de docentes que trabajan en el colegio “han conseguido que una escuela que hace unos años era un centro con graves problemas sociales y de convivencia, ahora esté rayando la excelencia”, destaca Jaume Graells, concejal de Educación del Ayuntamiento de L'Hospitalet.

Las aulas abiertas, el aprendizaje activo y colaborativo entre los alumnos y la implicación de las familias en la vida escolar no solo han mejorado los resultados en las pruebas de competencias básicas de primaria, sino que casi el 90% de los alumnos que llegan al bachillerato en el instituto del barrio, el Fontseré, son exalumnos del Ruyra.
 
Podéis leer la notícia completa aquí.
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Ikea y los deberes: Analizamos la campaña “Salvemos las cenas”

En el contexto de la “vuelta al cole” y bajo el lema “Cenología, menos deberes y más cenas en familia” IKEA lanzó #SalvemosLasCenas, una campaña que reivindica cómo las cenas pueden ser un momento idóneo para aprender en família.

Según el informe PISA 2012, España es el 5º país de la OCDE en el que más tiempo dedican los niños a hacer deberes. Esto supone más de 6 horas semanales.  A raíz de este dato, IKEA ha realizado un estudio, “Salvemos las cenas: cómo influyen los deberes en el día a día de los hogares españoles”, en el que revelan que el exceso de deberes afecta seriamente a las cenas en familia y, por tanto, a las relaciones entre padres, hijos y hermanos.

Puesto que es un tema polémico, con este vídeo vamos a iniciar una serie de posts para debatir la necesidad de los deberes en los colegios españoles, con la visión de profesionales de la educación.

 

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Intolerancias alimentarias en duda

Hace unos meses leíamos en algunos medios que Consorci d’Educació de Barcelona ha recibido denuncias de algunas familias con sospechas de fraude en las preinscripciones escolares.

Se trata de padres que aseguran que se han falsificado los datos de posibles intolerancias alimentarias para obtener los 10 puntos extra a la hora de acceder a una plaza. No es la primera vez que leemos noticias de este tipo.

Pero, más allá de los posibles “fraudes”, que por supuesto hay que estudiar y penalizar, desde escoles.barcelona creemos que es necesaria una revisión en detalle de este criterio de prioridad. Cuando se incorporó el criterio se hizo para garantizar que los niños con intolerancias tuvieran el colegio cerca de casa para tener tiempo suficiente para ir, comer y volver al medio día. Esto hoy en día, con la variedad de opciones que ofrecen los comedores escolares, no sería un argumento de peso para justificar los 10 puntos extra.

 Vosotros que creéis, ¿los 10 puntos extra por intolerancias alimentarias están justificados hoy en día?

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06 abril 2020
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