UN RECURSO MENOS: QUÉ NO EXPLICAR A LOS NIÑOS Y LAS NIÑAS SOBRE EL COVID19

¿Cuántas instrucciones habéis recibido? Cuentos, dibujitos, canciones, manuales…Y seguimos sin poder explicar la situación a nuestros hijos/as. Aunque me gusta proponer ideas más que consignas, como en este caso la cantidad de nuevas ideas y recursos recibidas es abrumadora, en este post os voy a proponer QUÉ NO HACER, QUÉ NO DECIR, cuando intentamos explicar el virus en casa:


- Procuramos no personificar el virus: ni nombre, ni patas, ni personalidad (es malo, quiere dañar, se te mete dentro, odia la gente, etc).

- Sacamos el virus del terreno de la fantasía. Había una vez un virus…No es un cuento, no es una leyenda, es nuestra realidad de cada día. Estos dos puntos sirven para reducir pesadillas y obsesiones.

- No mentimos sobre la situación familiar de confinamiento. No estamos de vacaciones. Es tentador mentir, porque en un primer momento puede parecer una forma de protección, pero a la larga puede generar inseguridad en los más pequeños de la casa, porque una mentira conlleva nuevas preguntas que conllevarán más mentiras: si estamos de vacaciones, ¿por qué no salimos? ¿Por qué trabajas? ¿Por qué nos mandan deberes? etc.

- Encontramos un equilibrio entre compartir nuestras emociones y evitarles parte de nuestro dolor. Sí, lo sé, complicadísimo. Ejemplo práctico: no nos mostraremos eufóricos cuando estemos tristes, ni llenos de energía todo el tiempo, pero debemos intentar mantener parcialmente el ambiente familiar que teníamos antes: bromas, juegos, charlas, etc.

- Es un sinsentido total someterles a canales de noticias llenos de imágenes de hospitales, enfermos, tragedias. Lo que tú miras, ellos/as ven. Puedes leer para estar informado, y así reduces horas de TV. Ten presente que aunque no estén mirando la
pantalla, sus mensajes e imágenes les llegan.

- Finalmente, somos valientes, hablamos de la enfermedad. Dejamos que pregunten, no llenamos los silencios. Explicamos, en la medida de sus capacidades de comprensión ysin entrar nunca en detalles explícitos, en qué consiste la enfermedad y por qué estamos en casa.

- Es probable que hayas recurrido a algunas de las acciones que recomiendo evitar, normal. Esto es nuevo también para ti y da miedo. Nunca es tarde para cambiar cómo acompañas a tus hijos/as en las adversidades de la vida, y ellos/as siempre agradecerán tu intención de estar cerca lo mejor que sabes.